Sigo en este duelo,
sonriendo mientras muero.
Sigue tu nombre en el folio,
mis ojos irradian dolor y odio.
Tu despedida;
mi máxima inspiración
y la razón de la muerte
de las ganas de mi corazón.
Latidos cansados,
sueños ahogados
en los ríos nacidos de llantos.
Ángel de alas rotas,
musas de versos oscuros,
poetas que ya no resucitan escribiendo,
mis manos sin el tacto de tus manos,
entre otras cosas,
que sentencian derrota.
No hallo paz,
no alcanzo la calma
que tanto ruega mi alma,
dejando mi vida al azar.
Sigo en este duelo,
extrañando tu tacto.
Sigue tu nombre en el folio,
y mi llanto dando a luz un río.