Dejo una pausa para recordar todos los momentos de antaño.
Dejo un suspiro por todos los malos tragos.
Dejo una sonrisa por todo lo bueno que has causado en mí.
Me basta tu hombro para sentirme segura.
Que sí, que yo sé que no necesito más fortuna
que tu amistad, y más si después de tantos inviernos
yo sé que nuestras miradas perduran hacia la misma dirección.
Somos iguales, o quizás no tanto.
Que nadie es imprescindible, que podemos seguir
sin nuestra mutua compañía.
Sin embargo no quiero probarlo, me siento mejor a tu lado.
Que podemos correr o caminar, como tú prefieras.
Lo que necesites yo intentaré brindártelo.
Eres una sonrisa encerrada, una mirada esperanzada atada,
un alma aterrada en este lugar.
Que yo no quiero ir hasta el fin del mundo,
yo quiero permanecer en tu mundo gris y ayudarte a salir.
Yo quiero recordarte que seré tus pies cuando te canses,
que buscaremos juntos el rumbo,
que si te pierdes, yo me perderé y nos encontraremos.
Me sentaré a tu lado en este precipicio,
y pensaremos en las cientos de razones
por las cuales
abandonar y saltar.
Pero gritaré las mil por las que levantar y luchar,
seré la mano que no te soltará.
Encontraré la luz que ilumine el sendero oscuro que has
creado.
Y si no doy con ella, me la inventaré.
Y me inventaré mil colores más,
y te pintaré una
sonrisa, una sonrisa sincera.
Hoy te digo con certeza que si te hundes,
me soltaré de la cuerda para bajar hasta donde estés,
y construiremos una
escalera.
Y en cada peldaño susurraré: ‘Ya queda menos’.
Y en cada paso en el que avancemos te diré: ‘Prohibido
volver atrás’
Que no te dejaré caer más,
que ese abismo jamás te verá introducirte en él.
Voy a ser tu soporte, te presto mis ganas.
Que no dejaré que las garras de la depresión te agarren.
Si hace falta secuestraré a diecinueve estrellas
y con ellas señalaré
el camino
que muestren con su luz
la salida de esta
triste melancolía.
Voy a crear una guerra,
donde te lanzaré bombas de carcajadas,
una invasión de versos camuflados de esperanza,
misiles de palabras sinceras,
dispararé mil balas llenas de pétalos de colores,
enviaré a la mejor unidad de soldados llamada Valentía.
No firmaré paz, le ganaré esta guerra a tu dolor.
Voy a eliminar cualquier indicio de pesimismo.
Si tú no crees en ti, yo creeré en ti por los dos.