lunes, 3 de octubre de 2016

A cada golpe de incoherencia

Mundo de locos, locos de una vida,
el miedo intacto que mantiene unos pies parados
y unas manos temblando.

Alambres en la mente que aprietan,
pensativa está en lo no sucedido
con los sentidos alerta y todo lo que ello conlleva.

Quiere saltar pero atrapada está el alma
que no entiende a esos locos
y esos locos dicen estar cuerdos,
pues no ven que la cuerda se descolgó
y ríen sin motivo aparente mientras el cielo se pinta de gris.
Las personas visten de gris, las sonrisas lucen de gris,
el miedo es oscuro y el futuro aún más.

En sus muñecas colgada la llave rota
con la que cerraron su mente.
Sus almas son grises también.
Y a cada golpe de incoherencia se vuelven más oscuras.

Esos locos no tienen en sus corazones locura,
tienen ceniza, humo,
su locura es diferente,
su locura es cruel.
Y a cada golpe de incoherencia se vuelve más oscura.

La cuerda que se descolgó era amor,
ahora que se les gastó albergan ignorancia,
intolerancia.
Y a cada golpe de incoherencia la cuerda va quemándose.

Cuerda quemándose, ardiendo,
las llamas adentrándose en la oscuridad de esos locos,
pues su oscuridad es intolerancia
y la intolerancia no es tolerable.
Y a cada golpe de incoherencia, resistencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario