Navego por el mar de tu indiferencia.
Me hundo en los océanos de tu ausencia.
Soy náufraga voluntaria.
Abandoné mi barco por seguir tu flota y perdí mi norte.
Aun sabiendo que te irías,
me tiré de cabeza sin salvavidas.
Fuiste algo efímero, me cortaste y te fuiste
pero antes, echaste en la herida las sales.
Escribiste un te quiero en la arena que
borraron las olas con el tiempo
y todo forma parte del tiempo.
Apareciste y en poco tiempo te convertiste en mi todo,
después de un tiempo te fuiste y me quedé vacía,
sin razón,
sin nada en mí.
Ha pasado mucho tiempo y te recuerdo,
aunque a penas te pienso,
sé que es cuestión de tiempo que te entierre
en el olvido.
Hoy soy Venecia y no es en el buen sentido.
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