La cordura no concuerda con la locura
por eso intento beber del lago de la sensatez
que me brindó un dios que murió después
de crearte, dándose cuenta tarde
del peligro del embrujo de tu mirada,
de la adicción que provocan tus manos
acariciando la poesía y la poesía enamorada
de tus versos más tenebrosos, dejando paralizados
los corazones que bailan un vals en honor a tu amor.
Creo firmemente en la fuerza de tus pasos,
en la luz de tus palabras iluminando el firmamento,
aunque eso signifique la muerte de las estrellas,
asombradas por el encanto de lo sombrío de tu estela.
Una dama atrapada en un castillo encantado,
el caballero encontró un atajo y se halla en el final del
cuento.
El rey no es rey por devoción del pueblo,
sí por la ignorancia, adoctrinados desde el principio de los
tiempos.
El soldado creyendo ser héroe, hoy acabará con otra vida
inocente.
Y juro que no hay otra bandera que me represente
que no sea la de tu sonrisa chocando con tus hoyuelos,
decorada con el color de tu aura, sonando como himno tu
risa.
Romeo y Julieta murieron por amor o por estupidez.
Yo moriría por nacer en tu desastre, sin luz, sin nitidez.
Tristán e Isolda bebieron del filtro mágico,
quedando enamorados con duración eterna.
Yo bebería de tu veneno si éste no tuviera cura,
y su cura es mirar de frente a la realidad.
Odio la realidad y su lógica repitiéndome
la peligrosidad de amar sin defensa alguna,
pero ellas no saben de la gravedad
de vivir sin sentir escalofríos y sonrisas puras,
aunque éstas puedan ser efímeras.
Calisto necesitó de Celestina para unirse a Melibea.
Yo preciso de la noche y su nostalgia para imaginarte.
Dafne huye del amor posesivo de Apolo,
nacido tras un flechazo de Cupido, dejando su corazón
roto.
Huyo del daño que causa mirar al pasado,
por eso me cubro los ojos con tus manos,
pero empiezo a detestar tus acaricias ambiguas
que me curan y dañan, dejando mi alma agrietada,
y ante tus promesas, mi fe en ti queda agotada.
Bebería de tu veneno si éste no tuviera cura,
pero mi cordura despierta al escuchar
tu pseudo-verdad sonando a chiste sin gracia.
Comprende que no pueda quedarme
si llegando al punto del jaque mate,
tus palabras sólo me causan migrañas.