Cortando nuestros lazos,
cubriéndome con ellos los ojos,
pues no tengo más interés en ver
tanto desastre viviendo sin tu querer.
Eres ese fuego que cesó,
la grieta de un triste corazón,
el hielo derretido por el sol,
dejando en la nada mi razón.
La dama está cansada,
el caballero se siente atrapado.
Un te quiero no demostrado,
el sentimiento arrinconado,
pues el corazón está asustado,
observa cómo cae todo a su paso.
Miedo en cada estrofa,
hablas en prosa,
suenas a poema.
Tu bondad resta mi tristeza.
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