Tus carcajadas están retumbando
en mi cabeza,
el eco de tu risa está resonando,
no quiero que desvanezca
aunque duela.
aunque duela.
Mis manos piden tu tacto,
mi corazón está desolado,
no sé cómo consolarlo.
Está perdiendo sangre
para escribir con ella su condena.
Mi mente quiere que mi alma se calle,
pues intenta hallar respuesta,
con tanto ruido se desconcentra.
Mi alma grita que vuelvas.
Mi lógica se ha dado de baja,
está harta de que no le preste atención,
yo sólo puedo escuchar tu voz.
Recordar tu involuntario adióspor las noches es tan atroz...
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